Hablando con la luna

 

¿Dónde se ha quedado

Tu primavera en mi mes de Abril?

Y en este silencio

La noche me recuerda a ti

Le he dicho a la luna que cuide de ti, que yo estaré bien mientras me sumerjo en mi soledad. Le he dicho que nunca me haga olvidar el placer de tus besos ni la ternura de tu mirada, para eso me dio  un corazón

-Guárdalo ahí-

-Siempre será eterno-

La luna me mira, y al  anochecer me dice, me cuenta y me susurra, me escribe y me describe en un verso: hago lo que me pides cada noche, hago lo que tus versos de mano me piden olvidándose por un instante de ti, revuelves las calles en mil batallas, marchas a dormir a horas intempestivas y a cada instante piensas en que nada ni nadie le despierte, y a veces te veo suspirar, detenerte en tu camino, buscar esas vida para tus oídos más girada hacia el sol, intentas disimular la nostalgia, la melancolía. Finalmente la luna me invita a dormir con ella con la salida del sol

Es en ese conato de breve cordura

Cuando dejo de echarte tanto de menos

Para estar más cerca de ti

Esta noche me volveré a emborrachar con mis palabras, y como  ayer, acabaré agotado hasta que salga el sol, mientras tanto seguiré hablándole a la luna con la esperanza de que cumpla su palabras…para yo cumplir la mía

Simplemente hoy…te echaba mucho de menos…

Duermes

Duermes…

He dejado en el cielo infinito

Un secreto para ti

Voy  a permanecer despierto…

Sin perderme en un vaso de alcohol para no divagar en el silencio. Ahora duermes, la ciudad queda agazapada en un suspiro mientras los poetas bucean en sus secretos para encontrar un buen verso. Los veo pasar mientras pienso, mientras vivo y me reinvento, a mi manera, como bien sabes que suelo mirar una luna que incumple su palabra.

Suena Bob Dylan en un verso

Despertando a Blas de Otero

Que susurra para ti

Mientras duermes

Y bajo la locura de mi mente intento secuestrar el tiempo para dejarlo para ti. Me convierto en un prófugo de la norma de la palabra escrita. Corriendo entre mis letras te busco esperando que sigas durmiendo, que nadie pueda despertarte. Duermes y a los pies de mi cama recuerdo cuentos prohibidos.

Y mis ojos susurran una vez más

Que debo cerrar los bares

Para hacer volar a nuestro ángel secreto

Quizás esta noche me convierta en un asceta enérgico, quizás esta noche te busque, como siempre en mis sueños, pero mientras siga despierto seguiré velando por tus sueños pues ahora simplemente…duermes

Señales en la arena

He dejado una luz encendida

A este lado del silencio

-Puedo enseñarte a volar-

El viento hará recordar, el viento hará mover los hilos del tiempo. Y seguir de pie, con la mirada clavada en una noche perpetua de besos cerrados y miradas encendidas. Al abrigo de los abrazos más vivos, al aroma de una taza de té, las caricias más suaves.

Aprendimos a volar

Aprendía  a sonreír

Quizás quieras cerrar los ojos…

Y pensar que no pudiste volar, que en este lado de la isla las miradas tan solo son de cristal, que los labios quedan secos por el agua del mar, quizás tus pies se hayan cansado de caminar. Y vendré a por ti, navegaré contra la marea del silencio, y a un lado de esta orilla dejaré el tiempo para ti

Dejaré una luz encendida

Y mis alas para ti

Y esperaré de nuevo

Verte sonreír

Dejaré mis alas para ti, dejaré la puerta  de esta isla, el renglón de mi último verso, la sombra de la primera luna. Dejaré una luz encendida…por si quieres volver.

Nota: el presente texto guarda un pequeño secreto pero shhhhhhh...no se lo digais a nadie :P

Una luna solo para ti

 

Voy a dormir lentamente

Mientras  me torno algo más humano

En la calidez  de tus palabras

Voy  a decirte lentamente…

-Como sin prisas-

-Intentando no despertarte-

Sonrío al mirar al cielo y observar como la luna llena me habla siempre de ti. Lanzo fuera de mi habitación las Quimeras de unas batallas que finalicé. Miro como mi lecho, aún guarda tus caricias sobre mi piel. Y aún sigo vivo. No soy un héroe que aprovecha la sombra de una luna, descrita por poetas, para salvar el mundo, no soy un escritor que describe con magia paraísos en folios que nunca olvidar.

No soy más que lo que ves

No soy más que aquello que quise ser

Quería decirte tantas cosas que casi, permíteme la indecencia del poeta más alocado, comenzaría por el beso más cálido de una noche de abril, y decirte que nunca he dejado de volar para ti, que recordarte es un placer, que sigo atento por si necesitas mis alas. Lejos de ello, de ese sobre-esfuerzo que mi cuerpo sufre constantemente, lejos de cualquier conato de luna llena solo han cambiado mis horas en un reloj…nunca las tuve.

Sigo preocupándome por ti

Sigo pensando en cómo estará

Esa sonrisa eterna para mí

Sigo añorándote como el primer día, penando en como estarás, sigo con aquellos despistaos que  recoradaban un tiempo, sigo dándote mis alas para que puedas volar…como siempre quise hacerlo para ti.